Extraños poemas errantes
No hay nadie a quien llamar
mientras lobos errantes retan a la luna
que una vez se deshizo entre mis manos.
Yo y las palabras danzamos
danzamos sobre la nada todo el rato.
Extraño circo en que los recuerdos tiemblan en las palabras
reinas locas que sonríen
mientras le cortan la cabeza a la realidad
y un payaso triste
llora frente a un vaso vacío.
Extraño planeta de naúfragos errantes
de elegantes decadentes
precipitándose por pendientes
a bordo de torrentes de aguardiente
martes, 21 de octubre de 2008
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