Y se acabaron las palabras de consuelo...esas y las que prometían grandes destinos llenos de aventuras y pasiones prohibidas.
Se acabaron sus lenguas, perdieron el diccionario que los hacía entendibles para los demás, y alguna vez alguien se lo leyó? Ellos se lo leyeron?
Cuál de los dos decidió cuál era la definición valida para el NO?
Deberían encerrarles...y dejarles que se ajusten entre ellos, como píxeles en una pantalla donde se proyecta su vida, esa que siempre soñaron en blanco y negro en horas sueltas mientras la realidad intentaba acoplarse en todo su espacio y su tiempo.
Gritar y soñar. Ellos denunciaron al destino por injurias, se burlaba de ellos, perdieron la batalla...pero el juicio nunca acabó, perduraría con ellos...
Como una sonrisa ajena que ves incluso con los ojos cerrados.
Compraron relojes suizos, decidieron quitarle las pilas...
Aún así anochecía...aun así amanecía...pero se arropaban debajo de la manta, con los relojes colgados del pomo de la puerta junto a un cartel de "no entry"
Como si fuesen ingenieros buscaban figuras cóncava y convexas en el cuerpo opuesto, mezclaban sus tintas escribiendo palabras en su espalda, sin tipex, sin aliento.
Fechas sueltas y un futuro sinuosamente extraño que era capaz de engañar al mismísimo diablo si en un abrazo podían fundirse...y convertirse en las manillas del reloj suizo que cuelga de esa puerta que prohibe al mundo entero molestar
Y de su mundo surgió un alien...y un día desapareció.
Y el alien? llegó a su planeta o lo raptó algún homosexual con sobredosis de hormonas mientras se "partía la polla" junto al destino?
Y el garaje guardaba momentos de una mudanza de sentimientos sin desembalar
lunes, 6 de febrero de 2012
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