Ayer fué, sin duda alguna, un regalo del tiempo. Una escucha a mis plegarias.
Me disponía a tener un miercoles rutinario, aburrido y frío (interiormente hablando)cuando, en una de mis rutinas (tan necesaria como el café de las 8.30) me vino a mí, sin aviso ni preliminares ni vaselina (perdonar la brusquedad) una noticia sobre el día del libro.
Pensé, ¿como puede coincidir el día del libro con el partido de la Champions Madrid-Barça?
Nuestra amiga Espe decidió cambiar el Sábado Santo (Santisimo Sábado) por el miercoles 27, donde sólo unos rezagados no estarían metidos en bares o pegados a la pantalla del TV de su casa (o agena...que hay mucho buitre) inchándose a cervezas frías con canapes baratos (si conociesen la tortilla de Mayra...todo cambiaría en el planeta tierra)
Total, que la noticia en cuestión, estaba dentro de cierto blog que da ideas a este propio.
"Mierda, ya empezamos a poner anuncios? poco futuro te queda...que decepción"
Tsunamis de pensamientos que incluso me nublan la mente.
Al lío.
El anuncio decía "Fantasias cotidianas que acaban en literatura" Daniel Díaz hará una firma de libros junto con una charla/debate sobre como hace su trabajo.
No sabía si reir o llorar. La oportunidad de poder verle sin tener que buscar la pegatina de su taxi en la noche madrileña...era todo un regalo de la vida.
Mirarle directamente a los ojos y decirle "eh...llevo 4 años leyéndote...adoro tus post, adoro los míos que se reflejan en los tuyos, me gusta como piensas y el interior de tu taxi sin conocerlo, he tenido sueños obscenos contigo donde te relamía la incertidumbre de no conocerme, quiero conocer a tus mujeres y a tu madre por enseñarte tan bien la filosofía real de la vida"
Esas cosas que se dicen siempre
Y entonces, despues de un largo día de espera, me presenté en Madrid, en la Librería del Mercado (Lavapies) acompañada de dos personas que venían de forma altruista, porque soy yo, porque me quieren ver sonreir, una mierda les interesaba Dani, pero amí sí, y vinieron...y les adoro por ello (amistades incondicionales)
Allí estaba él, fumandose un cigarro con una impresionante rubia de piernas largas (sentí envidia...sí...lo reconozco...esas piernas habían surcado mares de palabras y alomejor no era ni consciente de ello) Pensé si esa rubia era Beatriz, pero no podía ser...él lo habría dicho, nos habría informado...no?
Nada más verle las ojeras super que era él. Esa calva estudiada por él mismo con recelo, unos vaqueros ajustados y un jersey con camisa. Es su estilo. Es él.
Despues de una larga espera, se sentó junto a su editor para empezarnos a hablar a nosotros de él mismo, de sus viajes por la atmosfera de Madrid, por sus rincones favoritos y sus anécdotas inventadas.
Se cruzaba de brazos, movía en exceso sus pies de cocodrilo, se tocaba la frente, se arrascaba como si le sobrasen esas células muertas para empezar a soltarse frente a su "público"
Natural, esporádico, gracioso, inverso y casual. Era exactamente como me lo había imaginado (en movimiento, para estático ya estan las fotos)
Y de forma mágica, como un regalo más de ese miercoles, se tiró practicamente la hora entera hablando y mirándome a los ojos, como si el brillo de mi mirada no le dejase ver los otros pares de ojos que le vigilaban...
¿Era un sueño?
Ojos negros, como el carbón, penetrantes, intensos e incluso reflejaban levemente una timidez que no le corresponde en sus palabras.
Maravillosa lengua que dice y hace lo que quiere como quiere.
Se frotaba mucho las manos, le sudaban, intentaba explicar su mundo a otros mundos agenos, sabía que muchos no lo entenderían, otros ya teníamos su mundo mascado.
Despues de meter baza en la charla y una foto (con firma) de recuerdo, me dispuse a irme a mi casa a relamerme despues de una experiencia tan dulce.
Podría haber al año más de un día del libro...así podríamos sumergirnos en tu mirada mientras dices "la contrariedad forma parte de mí mismo, nilibreniocupado significa que ahora te quiero y mañana no, variar y explorarse a uno mismo buscando formas de ser otras personas, con bigote postizo o no"
Eres tripolar, como yo.
Me encantas.
