Posiblemente me denuncien, venga los cobradores de morosos y me corten la lengua y el pelo...para que no se enrede mientras calculo cómo escapar de tus garras, que no las suyas, pero sois el mismo cuerpo en distintos ladrones.
Pues eso...
Te dejé tirada en el fango para ser yo mismo y ahora el fango soy yo, me siento sucio. Busqué libertad mandándote al carajo (déjame en paz, que me asfixias), pero ahora no me alcanza el aire, y el poco oxígeno que encuentro huele a óxido de barrote. Y busco limas, no te creas. Busco labios sabor amnesia, sexo sucio, putas sin nombre. Y aunque dejo propinas sobre sus vientres no son tu vientre, me cago en la puta, y sus tequieros de palo me hielan los tímpanos del alma. Y en esa nueva obsesión por vivir sensaciones nuevas provoco accidentes con mi taxi: atropello personas, animales y cosas, pero los juicios son caros y siempre pierdo. Ahora las familias de las víctimas me odian, y me siento gilipollas, perseguido aunque me esconda en el anonimato de tus muslos con memoria.
Ahora todo cuanto me rodea es hinchable y tú tienes cosas por dentro. Vísceras y sueños con guión. Futuro suave y mar adentro en el fondo de los ojos. Sólo tú y yo, y el resto atrezzo. Imagina.
La libertad no es esto. Fuimos los dos.
jueves, 5 de enero de 2012
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