domingo, 2 de noviembre de 2014
El gris eterno NO EXISTE
Te fuiste diciendo que volverías como se le dice a un niño que la magia
existe. Luego descubrí la mentira. Ojalá no me hubiese crecido nunca el
corazón. Ojalá los años no fuesen más
que días tachados en el calendario. ¿Cómo se puede querer a alguien con
vistas al pasado? Si me miran a los ojos te ven, sin saber que eres tú,
porque no te conocen. No soy tan inteligente como para cerrar según que
puertas. A veces te olvido pero no del todo, dejo un trocito de ti para
juguetear con él en momentos como este, cuando han cambiado la hora,
anochece más temprano, yo empiezo a echarte de menos antes. Y no sé
salir de aquí. No sé sacarte sin sentir que además estoy vaciándome de
lo más bonito que podría tener: el haberte querido, el que quizá vuelvas
pronto, el que la poesía eres tú a través de mí. Y eres tan bonito como
cruel, como triste, como un trueno aterrizándote entre las costillas,
calcinándote y acelerando tu respiración, al mismo tiempo
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