Definitivamente hueca...
El tiempo sin censuras me enseña que no hay lugar para mí en los sentimientos más profundos. Mi vida es un corto, de esos que tienen fecha de caducidad y se olvidarán en la memoria de cualquiera que haya echo hasta un papel principal.
Tristeza en cantidades industriales.
Tanta...que se me sale por cada uno de los poros de mi piel...
Tanta...que ya no me siento ni la mitad de lo que era.
Tanta...que las espadas con las que luchaba mis ganas de amar se han tornado blandas y frágiles, cristal entre mis manos, sangro sin sentido y muero despacio en el lamento.
Segura de mi dolor por no encontrar una solución, por no existir brazos lo suficientemente fuertes que puedan sujetarme en este sentimiento que se ha vuelto oscuro.
Desaparece la ilusión de sentirme a mí misma.
Soy una sombra en un mundo de cuerpos sin llamas que provoquen incendios personales.
Tan hueca que dudo de la existencia de algún recipiente que pueda contener lo que ya no está, lo destruí?
La luna dió a mis sueños una guerra lo suficientemente cruel como para destruir todo lo que había a su paso. Amor. Tan grande y tan puro, tan frágil para un ejercito cargado de indignación, soledad, rabia e impotencia.
Ya no hay nada, sólo escombros, cenizas, rayos de luz que me dejan ver con claridad la llanura de mi corazón, que ni tiene montañas ni árboles que me den sombra...me dormiré a la luz de esa luna que ha decidido, por mi bien, arrebatarmelo todo.
Nunca más volveré a ser vulnerable.
No volveré a aceptar nunca más a medias nada...porque no habrá lugar para ello.
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