Hoy he leído a mi taxista (cada día me lo apropio un poco más) una frase que me ha calado lo justo y necesario como para sentir ese deseo irrefenable de escribir sobre ello, de inventarme una historia, o dos si es preciso
"me odias con la misma pasión que ayer follabas"
Habla de una mujer despechada, que grita en silencio o en alto, pero grita con sus gestos y sus portazos, huele su indiferencia mezclada con Amor Amor.
Me imagino escenas de amor condensado en camas agenas. Él expuesto a la supervivencia, ella desehecha en revivir aquellos suspiros que le dieron vida.
Rumores obscenos que vuelan de boca a oreja. Manos sin GPS que buscan caminos por asfaltar, hasta en la isla más pequeña hay una bandera...
Cuerpos blancos, blandos, hipocondriacos por momentos, descontrolando las miradas para no ver lo que, quizas, no queremos ver en realidad...
Mullirte en un sueño de placer exponencial y rasgarte los pulmones.
Macabros pensamientos que vienen y van en cuestión de segundos, todo se vuelve oscuro y utilizas dos o quizas tres sentidos.
Conocer (aproximandonos al infinito) a otra persona a traves de su sonrisa, de su comida, de sus inquietudes en la cama, de su pasión o de su temor.
"Nunca llegas a conocer a nadie por completo. El misterio es lo que nos mantiene conectados"
Lucas Simões
Me encanta que la vida no nos de nada masticado.
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