martes, 8 de febrero de 2011

Sin palabras

Lo he decidido. De mayor quiero ser como él.

Quiero oler lo que él huele
Quiero comprar sus mismos discos de los años 80
Quiero clavar miradas a traves de los espejos
Quiero tener su pensión (y la de su mujer ya que nos ponemos a pedir)
Quiero su llavero sin supercoco
Quiero sus mismas manos que garabatean en cualquier servilleta de bar sin anunciar
Quiero su digestión en los momentos mas frágiles
Quiero su arquitectura barroca mental del que nadie se salva como calcamonía en la pared
Quiero su aliento en mi nuca
Quiero comer de sus tappers y relamer el queso de sus macarrones
Quiero ser su asiento de copiloto y que me quite las migas de pan con suaves caricias
Quiero escuchar la misma sintonia de su GPS cuando anuncia una nueva calle sin salida
Quiero sus orejas para ser capaz de escuchar y trasnochar y recular en cualquier momento y cualquier lugar
Quiero aprender a rechistar hacia dentro y no hacia fuera
Quiero dormir en su piso sin él y oler su nevera llena de abandono
Quiero ver sus amaneceres desde sus ojos de terciopelo con aroma a alquitran viejo
Quiero.....


Una linea paralela entre el tú, el yo y el pluscuamperfecto del verbo ESCRIBIR