miércoles, 31 de agosto de 2011

Reirse de la vida


Me río de:


Los amores prometidos en tiempos revueltos
Los espaguetis que se pegan nada más sacarlos de la olla
La leche que nunca está fría en verano
Los atascos en la Carretera de Meco
Las miradas que grabaron frases inconexas en un mundo ferviente e invisible
El momento en el que sales a la calle con chaqueta y hay 40 grados
El momento en el que sales a la calle en pantalón corto y hace un frío de pelotas
La soledad escondida debajo de la cama
De las canciones que hablaban de nosotros
De las calles que hablan de amores en momentos sin luz (ni farolas ni lunas)
De tu boca absorbiendo mi compromiso
Las llaves que no entran en la cerradura cuando tienes prisa
La gasolina que se acaba a mitad de camino
Del sueño que llega sin avisar
Ese sueño que implica esos sueños que no van a ninguna parte
Los pixeles de la pantalla de mi ordenador cuando me recuerda que no hay inspiración sin dolor.
Los miniperros que te ladran como si pudiesen comerte una pierna de un bocado
Los colegios bilingües con profesores que no se respetan ni a ellos mismos
Los dentistas que te cobran por mirarte la campanilla
Las depresiones postavacacionales de la gente que cobra 40000€/anuales
Los perroflautas que se adjudican derechos y libertades que otros han exigido con el sudor de su frente
El asfaltado de las carreteras a bajo coste
Las decisiones rápidas
Las decisiones a conciencia
Las decisiones en sí, que son tan variables como los números de una ecuación.
La información filtrada por los informativos comprados por Berlusconi y sus acompañantes.


Me río principalmente de mí misma y mis contradiciones

Me río de tí porque te piensas que te creo.


Me río de mi vida ya que no puedo frenarla y ha cogido una velocidad acojonante.


MUSAS!