domingo, 5 de octubre de 2014

Y llegaste TU

Con tus miedos e inquietudes, con tus vivencias, tus quehaceres, tus metas, tus virtudes, tus palabras bonitas, tus sábados sin respuestas, tus ausencias y tu cercanía.
Llegaste lleno de energía, me la impregnaste en la piel y ahí se quedó, como un tatuaje más en este cuerpo sin cuidar.
Y soplaste las nubes grises para que tuviese un buen día
Llegaste dando un salto mortal, devolviendo a mi vida esas ganas de saltar, tan alto que llegué a las montañas y respiré tan profundo...que me ahogué.
Diste pasos sin saber el camino y ahora ves que el camino no existe, que estas en medio de nada. Y yo aquí, en este desierto. Un oasis?
Me enseñaste a resolver preguntas, a cogerte de la mano, a compartir una cena, me enseñaste a escuchar mis monólogos...y huiste.
Echaste a correr a tu vida de nuevo, a esa tan bien preparada y montada que ya tenías antes de todo esto.
Historias que se repiten a lo largo de los años, que carecen de títulos definidos y de prólogos con sentido. El mundo se está volviendo loco...y yo desde mi sofá no entiendo nada