martes, 28 de junio de 2011

Estática


Un poco estática y un poco dinámica. Mezclo ambas sensaciones y el resultado es una agradable pero ínfima monotonía.

Te lo crees todo porque así te lo pintaron en el cuadro de tu habitación, ese que puso tu madre cuando nacistes junto con un color azul claro en la pared que distinguía tu sexualidad (la cual volvistes tricolor con 16 años) y una lámpara con figuras de circo que se reflejaban en el techo.

Ese proceso de reposo en el que no estas dormido pero lo intentas...El recuerdo de esos unicornios salvajes trotando mientras impulsan sus alas, mujeres barbudas ofreciéndote algo de chocolate a escondidas, los elefantes en los que montabas trasladándote de una ciudad a otra, mirar ensimismado esas bicis de ruedas gigantes que te hacían flotar sobre el suelo...y te creías inmortal en tus sueños...porque eran tuyos y solamente tuyos. Te lo creías todo. Te lo crees todo.


Te hicistes mayor y probastes el sabor de la sangre con el primer puñetazo en la boca, dolió mucho más de lo que imaginastes...y el sabor a hierro de tu propia sangre hizo que te relamieses sin gusto ni disgusto.
Te enamorastes y follaste por primera vez, pésimamente intentastes dar a esa chica que creías única un momento que jamás olvidase...y así fué...
Nunca pensastes que para esa chica ya era perfecto el momento con sus imperfecciones del directo.
Te afeitastes y te cortastes, dejastes cicatrices en tu cara. Con el tiempo las cicatrices se esparcieron por tu alma y te llenastes de remiendos con lana gorda que no dejaba disimular esos dolores.



Marchastes lejos con una maleta sin pertenencias, besastes al viento y prometistes volver a tu cuadro de la niñez, que encontrarías ese elefante que te hizo recorrer tanto lugares mágicos en un mundo perfecto que desapareció más rápido de que lo hubieses querido...


Sonreistes y esa chica a la que tocastes por primera vez te vió, no lloró, sólo pudo darte las buenas noches y un beso en la frente...instinto maternal que mezclaban sus ansias de vivir y de rememorar el pasado.
















Bastante mejorable todo esto
La inocencia la perdimos el día que nos dejaron comprar tabaco solos...