miércoles, 28 de marzo de 2012

Lágrimas

Hoy, a pesar de este sol que nos regala esta extraña primavera, ha sido un día gris, oscuro y plomizo que ha caído sobre todos nosotros.
Jamás te había contemplado como hoy...fijándome en tus gestos, tus lágrimas de sangre con olor a impotencia, tu rabia en la mirada y tu fuego en las manos, tu cuerpo cansado y tus pasos hacia ninguna parte a la que realmente desearas ir.
He sentido que todos los que estábamos ahí, observando las oraciones y los rezos, pesábamos más, que nos hundíamos en tu mundo, ese que ahora te ahoga por dentro.
Nos envolvía una niebla agria, de odio hacia el tiempo y el humo de sus pulmones, de lo extraña que es la vida, del puto karma que no existe.
Yo te miraba y creía verte flotar entre la gente, sujeto a tu sangre, aislado y confuso, como si no quisieras avanzar entre esa multitud que no podía ni meramente imaginar el estado desesperado en el que te encontrabas por tener que decir adiós cuando ni siquiera sientes que se haya ido de verdad.
Te hubiese abrazado al margen del tiempo, parar esas manillas y que se mezclase en nuestros rostros junto a las lágrimas, que mis manos traspasasen tu piel y tocasen tu corazón para decirle con mis dedos bombeando "todo pasa..."
Todo era negro en este día soleado, todo era frío en los huesos y todo era empatía y dolor, dolor sin nombre ni fecha de caducidad, dolor encostrado en el alma, dolor de amigos y ajenos, de sombras y de ceniza.
Somos la suma de las experiencias de nuestra vida.
Somos carne y sentido, somos recuerdo y somos eternos. Como ya dije...existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés.
Somos energía, te mando la mía ya que siento que tus iones se han paralizado. Te la mando en mi pensamiento, te la dí en ese abrazo y te la dí con mis palabras de pésame. Te la dí porque te la mereces, eres mejor persona de lo si quieras puedas imaginar, te haces querer, yo dejo que mis pensamientos te quieran y que te manden la energía que necesites. Soy empática contigo porque me une una historia que creamos una vez a expensas del tiempo y la distancia, porque esa historia sólo tiene dos nombres y porque jamás caerá en el olvido.
Creo que, como somos energía, cuando nos vamos de este mundo nuestra energía se queda aquí, en alguna parte...la energía ni se crea ni se destruye...se transforma.
Piensa en esa energia, no se ha ido...está por ahí...puede que lleves parte de ella encima, puede que esté cerca, puede que te saque una sonrisa, puede que te ayude a ser más fuerte, puede que la encuentres...ahora o más adelante...


Y todo esto sabiendo que no hay palabras de consuelo suficientes para un corazón que está a la deriva.



Lo siento...

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